Una vez recuperado, empecé a salir, y al revisar el equipo me percaté que el casco tenia una pequeña rozadura.
Lógicamente es difícil, pero lo que si esta claro es que no tuve ningún tipo de signo o síntoma (hematoma, dolor, etc) que me indicase que la cabeza había impactado con algo duro.
Después de unos momentos, lo primero que pensé es que, menos mal que llevaba el casco. No suelo quitarmelo nunca, y ahora mas que nunca, creo que lo tengo claro.
La mayoría de caídas que sufrimos son leves, sin consecuencias, hiriéndonos tan solo en nuestro orgullo por no haber resuelto bien el paso de un obstáculo o por un despiste. Pero siempre hay algún momento de riesgo, que nunca podemos preveer y ahí entra en juego la protección de uno mismo.
El casco que llevaba era de gama media, es decir, nada del otro mundo, pero con las ultimas innovaciones y controles que dan ciertas garantias.
Mi opinión personal, es que vale la pena "invertir" en un buen casco, y saber que vas con un buen nivel de protección.
En absoluto pretendo insinuar que los cascos de gama baja no son seguros, simplemente opino que el nivel de protección es mayor.
Evidentemente también depende del nivel del ciclista y el uso. No es lo mismo hacer 20 Km por un carril bici que realizar una salida de 30 - 40 Km con escalones, trialeras, rampas y descensos rápidos.
Conclusión, que cada quien es cada cual, pero que piense que bajo ese casco hay algo muy valioso que proteger.
Totalmente de acuerdo Guillem, como recordarás, yo también tuve un "desencuentro" con las "amigas" piedras y un escalón "mal visto" (cerca del sitio donde tu "discutiste" con el suelo), y el resultado de mi casco fué similar al tuyo, ya lo dice el refrán "si valoras tu cabeza en un euro, comprate un casco de un euro". Saludos, Luis P.
ResponderEliminarMe gusta el refran. Un saludo Luis.
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